La noche del 4 de abril de 1950 Natalio Burstein, un conocido publicista, político y aventurero de fama internacional, se dio un tiro en la sien.
El publicista ruso-argentino había entrado al país sin documentación, era objeto de investigación por parte de la Secretaría de Gobernación; había órdenes expresas de esa institución para localizarlo.
Los agentes lo invitaron a que los siguiera. Burstein no opuso resistencia. Natalio y los agentes subieron a un carro patrulla. Burstein permanecía aparentemente sereno. No pronunció una sola palabra, pero poco antes de llegar a la jefatura de policía llevó rápidamente la mano al bolsillo trasero del pantalón y sacando una pequeña pistola “destroyer”, la aplicó a su sien derecha y apretó el gatillo.
Puedes conocer más de este y otros casos en los Archivos secretos de La Prensa.
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