La historia de Andrés Filomeno Mendoza Celis es quizá la más visceral de las que se cuentan en la actualidad. Su arresto fue la punta del iceberg que descubrió a un asesino serial exitoso; y tan fue así que cometió sus crímenes durante al menos 30 años sin temor a ser detenido.
El 15 de mayo de 2021, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) arrestó al feminicida y cateó su casa, donde peritos y médicos forenses pusieron énfasis en un sótano.
Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron con una de las escenas más brutales, casi extraída de un relato sanguinario: sobre una mesa yacía el cuerpo descuartizado de una mujer; también, maquillajes, credenciales del INE, zapatos, ropa, todo marcado con el nombre de sus víctimas, y quizá lo más tétrico, piel humana colgada en un tendedero.
Puedes conocer más de este y otros casos en los Archivos secretos de La Prensa.
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