Álvar y Simón son un extraño caso que se relaciona muy de cerca con la mítica figura de Edipo. No me refiero a que el mito se repita al pie de la letra en ellos, ¡para nada! Estos muchachos son incapaces de matar una mosca y, por lo tanto, a causa de las prolongadas ausencias del respectivo padre, por motivos militares. Lo que sí es verdad y debemos destacar en cada caso, es lo peculiar del vínculo que existe entre madre e hijo y el cual, por casualidades de la vida, ¡tuve a bien conocer de cerca!

Debido a la estrecha amistad que tengo con ambos, pude descubrir que la vida no siempre es lo que esperamos de ella, pero en ocasiones; ¡esta llega a brindarnos aquello que necesitamos! Por sorpresivo que sea al momento de presentarse ante nosotros, y aunque nos pueda producir desagrado, ¡eso es lo que hay!

“Si la vida te da limones,” ¿Lo recuerdan?

Me refiero a esto último, porque relataré una serie de situaciones insólitas de las que, sin desearlo, pude enterarme de cuan sorpresiva resulta la vida en algunas familias, donde la madre es una hermosa mujer y asume la figura dominante. En este caso las señoras Úrsula y Catalina serán el centro de una serie de situaciones que se revelarán a lo largo del relato.

Sin el afán de juzgar esas intimidades, también terminé atestiguando parte de una provocadora experiencia. Misma que debido a su naturaleza erótica y permisiva que coquetea y se abraza en lo prohibido, podría enloquecer e indignar a muchos.