Originaria de Oaxaca, inmigrante indocumentada, madre de seis hijos, sin dinero ni formación, Rocío logró convertirse en una de las mejores chefs de Los Ángeles. El LA Times la encumbró a la categoría de "diosa de los moles", una distinción que comparte con su mención en la Guía Michelín. Tiene un restaurante en la ciudad de Bell Gardens, Rocio's Mexican Kitchen.