Cuando experimentamos una crisis en nuestra salud mental, creemos que las cosas que nos pasan pueden durar mucho o no tienen solución, caemos en ansiedad en depresión o un estrés muy grande, pero nuestra fe y firmeza cuando nos tomamos de la mano de nuestro Dios nos hace estar confiados y ver que existe luz al final del camino, pero todo eso depende que empecemos a trabajar constantemente en nuestra fe a la par de que fortalecemos nuestra salud mental.