El auge del radicalismo en Europa

El podcast de Francisco Marhuenda

22-09-2024 • 2 minutos

No hay duda de que es un fenómeno muy inquietante. Es cierto que la izquierda mediática española se centra en lo que denominan la ultraderecha mientras son enormemente comprensivos con la ultraizquierda, los antisistema y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA que han sido blanqueados tanto por Sánchez como por el PSOE. No hay más que ver el comportamiento de Patxi López que no esconde, desgraciadamente, su simpatía y comprensión con Bildu como si sus líderes no tuvieran nada que ver con la banda terrorista. No me gusta ni la ultraderecha ni la ultraizquierda. En ambos casos son elementos desestabilizadores de las democracias y no esconden su profundo componente autoritario. Otra cuestión distinta es la derecha patriótica que lidera Giorgia Meloni que cuenta con un amplio apoyo en Italia y es clara e inequívocamente democrática. No puedo decir lo mismo de otras formaciones más radicales como sucede en Alemania y otros países. Lo mismo es aplicable a la izquierda populista iberoamericana que tanto gusta a Sánchez y otros líderes socialistas. La pulsión autoritaria de esas formaciones y sus líderes es tan evidente que no entiendo que alguien pueda sentir simpatía por ellos.