El 14 de febrero, en la Capital del Mundo, desaparecían las baterías de radios y lámparas, y si no había las suficientes, las pedían fiadas contraesquina de la plaza, en la tienda de Manuel Cruz -Ya van a tener bochinche baquetones- decía entredientes mientras anotaba en el libro de contabilidad que atesoraba debajo del mostrador verde de madera...