La observabilidad es la capacidad de inspeccionar y comprender el estado de un sistema o aplicación. En otras palabras, es la capacidad de supervisar y medir cosas como el rendimiento de la aplicación y la utilización de los recursos. Pero la observabilidad es mucho más que una simple monitorización. Imagina que tienes una aplicación distribuida con microservicios que se ejecutan en contenedores a través de múltiples hosts. La monitorización por sí sola no es suficiente para ayudarte a entender lo que está sucediendo dentro de tu arquitectura de software. Ahí es donde entra la observabilidad.